sábado, 9 de octubre de 2010

Días...

Y aquí estoy otra vez reencontrándome con vos. Ha pasado algún tiempo y la verdad es que tantas cosas sucedieron que ahora voy a lo más profundo de mí para sentarme en esta oportunidad a escribir. Que empiezo a desayunar de vuelta el amor de otros labios y además trato de cerrar un capitulo de momentos felices y no tanto. Es que al menos las 23 primaveras me enseñan que la vida esta en equilibrio totalmente, te da, te saca, te hace feliz, te entristece… La música sin duda siempre ha sido mi cable a tierra, aún más que la escritura, pero de todas maneras, antes de perderme en una nueva mirada que ya conocía y que no puedo negar, es hermosa. Estaba no pudiendo ver los amaneceres, empapado en alcohol, con una pena que ni Serrano curaba, y dejaba caer mis días como granos de arena en el reloj. Ayudó a despejar mi cabeza el momento en que asumí una responsabilidad como bajista en la banda. A los chicos los conocía de años atrás y tenía muchas ganas de empezar a tocar con ellos. Pasaron días, mensajes de textos por celular, canciones, depresiones, angustias, correos electrónicos, miradas, abrazos, momentos compartidos y hasta una despedida.Los viajes, el rock, los ensayos, las risas, idas, venidas y el maldito disco equilibraron los malos momentos. Ahí también están los amigos, que en “esos” días son mas valiosos que el oro, y ya pudiera alguien cambiar todo su oro por un verdadero amigo.

…Puff, como siempre, los minutos sentado frente a la PC y el café de escolta que en esta ocasión esta ausente…permíteme tomar un poco de aire y regresar en otro momento…

Siento que fueron aquellos días que hicieron la gran pisada para un pequeño gigante.

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