lunes, 3 de mayo de 2010

23 otoños

Con casi 23 años y los días de otoño sobre estas líneas son el motivo por el cual me invito a escribir de vuelta. Siempre he sostenido que no se debe ser un gran escritor para expulsar los sentimientos…solo se hace y nada mas.
En esta oportunidad me encuentro algo contento porque puedo ver el hombre que estoy forjando. Triste también en algunos momentos porque sigo atado a viejos lazos que no dejan echar mis alas a volar.
Puedo asegurar que mientras más sufre un hombre, mas fuerte se hace. Pero acá estoy, otra vez como en el mismo callejón, tirado agónico y se que debo levantarme, caminar y salir otra vez de él. La brisa me espera, signo de libertad. Debo hacerme un poco mas duro.
Decir que estoy solo seria una gran mentira…prefiero optar por el calor de las canciones, su compañía, sus consejos justos en el momento indicado, la tranquilidad que ellas me trasmiten.
Lo de loco, bohemio y apasionado no lo puedo negar. Lo que si puedo negar es que miento cuando digo que no te quiero, que no te extraño, que no necesito tu abrazo.

¡¿Y sabes?! Quien vino a este mundo y no amo, me atrevo a decir que entones nunca estuvo vivo…

…yo en todo caso me siento mas vivo que nunca!