En el momento, mientras llueve y vuelvo el tiempo atrás, puedo darme cuenta y valorar la simpleza de la adolescencia. Mágica, espontánea, sincera, confortable…Pasan los días y con el las horas, crece mi barba, mi voz es cada vez mas grave, me vuelvo mas experimentado y eso me hace sentir bien…Vuelvo a los 14, “me veo como si estuvieras en frente del espejo pequeño”, veo tus ojos, me sumerjo y exploro. Los pasillos son anchos y los testimonios emocionantes. Me paro frente a los amores, y me doy cuenta de que mas que nunca quiero revivirlos, pero por una simple razón, la pureza…en esos muros también están las drogas, y me doy cuenta que esa es mi mayor lucha, y como toda lucha uno defiende sus convicciones mas allá de las opiniones ajenas y los preconceptos con los cuales nos viene la vida desde su comienzo. Veo siempre las mismas charlas y mi boca asumiendo que de esa manera soy feliz y mi camino es diferente al de muchos otros…así quiero vivirlo!
Siempre en retroceso, es claro que me gusta dar pasos al futuro conservando en la memoria cada error, cada triunfo. Veo días difíciles, de crisis, de suicidio, de ratas, de muerte, de pateras y de naufragios, de ambición, de poder y avaricia, de egoísmo, de caídas y de rodillas raspadas de arrastrar…de tocar fondo! Veo las mágicas tardes, me encuentro con la felicidad, los logros, las sonrisas, los besos, el amor, las alegrías, la libertad, el confort, los viajes, entender que estoy vivo y que eso es un regalo de mi madre…
…El café ya se termino…sobre el cenicero algunos restos de cenizas, la compañía eterna de la lluvia y el cielo que este en donde este, siempre me va a pertenecer…La guitarra a un costado posicionada de forma horizontal…
…voy salir al patio a observar la lluvia!
